miércoles, 20 de enero de 2010

El ruiseñor y la rosa


Cuentan que una vez, hace mucho tiempo, todas las rosas eran blancas.
Una noche, bajo una luna menguante, un ruiseñor se posó junto a una de esas rosas, una rosa blanca de tallo muy largo, y nada mas verla se enamoró perdidamente de la flor. Hasta entonces, nadie había oído nunca el canto de un ruiseñor. Pasaban toda su vida en silencio, de principio a fin; pero el amor de aquel ruiseñor por aquella exquisita rosa blanca era tan intento que una canción de increíble belleza brotó de su garganta. El ave desplegó las alas, rodeó a la rosa en un abrazo apasionado, la apretó contra su pecho, pero con tan desbocada pasión que las espinas se le clavaron en el corazón y murió rodeando a la flor con las alas. la sangre del ruiseñor manchó los pétalos blancos de la rosa. Por eso, desde entonces, algunas rosas son rojas cuando florecen.

1 comentarios:

Aniita dijo...

Cariii :) te quiiierooo



P.D: deja de tocarte el labio ^^

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